miércoles, 5 de junio de 2013


¡Qué interesante estaba el libro! Pensaba Dani. Llevaba más de un mes leyéndose ese libro, pero no lograba terminárselo. ¡Era como si cada día se añadiese un capítulo nuevo! El libro se llamaba Sombras del pasado y era el nuevo bettseller de Gonzalo Barnes. Era uno de esos libros que tienen varios finales y cada lector podía elegir cuál le gustaba más. Se acababa de terminar el primer final, y aunque no era lo que se había esperado no le había disgustado mucho. Después de dar de comer a su hija, se dispuso a comenzar a leer el segundo final. Decía así:
Se sentía culpable de todo lo que le había pasado a Esther y quería evitarle un problema más.
Pedro cogió a Benji y lo utilizó como rehén con la policía. Allí estaban Esther y Silvia.
El avión aterrizó y como si fuese una película, los policías fueron corriendo hacia el avión e intentaron abrir la puerta, pero nada, estaba cerrada a cal y canto. Se oyeron unas voces dentro del aeroplano. Parecía que había una discusión allí dentro.
Efectivamente. Luis había estallado de furia y se había abalanzado sobre Pedro. Él ya estaba harto de que los malos siempre se saliesen con la suya y no pagasen por todo lo que habían hecho. Así que le quitó la pistola al desprevenido Pedro y la tiró. Benji aprovechó para ir a la cabina y abrir las puertas. Todo el mundo empezó a salir corriendo del avión (Benji incluido). Allí dentro sólo quedaban Luis y el maniatado Pedro.
Los policías entraron al avión, esposaron a Pedro y a Luis (ya que no sabían quién era ni qué hacía allí) y los llevaron a la comisaría. Benji salió del avión y fue corriendo hacia donde estaban Silvia y su madre. Le dio un fuerte abrazo, de esos que no se olvidan nunca, y pensó que no se quería ir de su lado jamás. Ella era su media naranja, y por fin Benji lo había entendido.
Silvia sintió algo parecido, el corazón le empezó a latir fuertemente. Todo era genial, perfecto, un cuento como esos de los que las niñas sueñan de pequeñas. Todo iba bien hasta que apareció David García. Silvia y Benji seguían abrazados pero cuando Silvia lo vio, recordó todos esos años detrás de él, todos esos llantos, esas tardes enteras encerradas en su habitación. No. Esto no podía seguir así. Silvia se prometió a sí misma que acabaría sola, sin marido ni hijos, odiaba a los hombres desde que David empezó con otra. Habían estado durante un curso tonteando, parecía que al final iban a tener algo, todos los creían, pero entonces Silvia se enfadó con él porque estaba jugando a dos bandas, y David dejó a su novia y empezó a salir con otra en vez de con ella. Parecía que Silvia no existía ni había existido nunca. Por eso se prometió a sí misma que no le volvería a pasar. Pero no. Benji no era de esos, ella lo sabía, así que  desde ese momento Benji y Silvia pasaron el resto de su vida juntos y David se quedó solo. Sin Silvia ni la otra chica. Sin nadie . Eso le pasó por donjuan.

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